viernes, 29 de agosto de 2014

Pasado de azulejos



Vienes pasado a despertarme
con sueños de azulejo desgajado,
con recuerdos de rayas de culebra,
de garajes y caléndulas
a las que arrancaron sus pétalos de niño.

Callado, apenas disidente, pero no sereno,
remoto, acaso en la frontera, acurrucado al fondo,
vienes pasado, velas,
despertándome.

Entonces contraataco amando a la vigilia:
me crecen unas alas de retales de tela,
me creo un gorrión con los ojos del día
capaz de manejar quién viene a mi memoria,

te traigo y te acaricio
te vienes y me besas

y ya no podrán más los caracoles,
ya no podrán los antibióticos,
ni mi yo de ladrillo
y pescozón.